¡Y TÚ ME GANAS, SEÑOR!
¡Señor, cuántas veces
soy egoísta,
o terco, y no tomo
las decisiones
acertadas!
Pero tu Amor me
convida,
me cautiva, y me
llena el alma...
¡Tu Amor sin medida,
tu compasión y tus
lágrimas,
tu perdonarme y
recordarme siempre;
aunque, a veces, yo
me vaya!..
¡Tus brazos abiertos,
perdonando;
tu generosidad y tu
Gracia,
convierten mi
resentimiento,
mi mala disposición,
en arcilla blanda!..
..¡Y Tú me ganas,
Señor;
qué gozo, Tú me
puedes:
tu Amor triunfa,
vence!...
¡Siempre, siempre, tu
Amor, gana!..
Presbítero José Luis Carvajal